¿Te gusta dar formación? A mí me apasiona, y por eso llevo muchos años haciéndolo. Comencé con cursos offline, pero gracias a internet, logré convertir un curso presencial en online y así he disparado las posibilidades de ayudar a un número mucho mayor de personas.
En tu caso, imagino que también comenzaste dando trainings presenciales. Para mí es impagable la extraordinaria sensación de estar delante de una clase enseñando algo. Me siento útil y, además, el agradecimiento y cariño que demuestran los alumnos hacen que quiera continuar y darlo todo cada día más.
Sin embargo (y a pesar de disfrutar de tus formaciones presenciales), seguro que una voz en tu interior te dice que tienes que actualizarte y aprovechar las oportunidades que nos brindan las nuevas tecnologías.
Así que si eres formador, también te toca conocer los nuevos métodos de enseñanza. Pero no solo se trata de adaptarnos, sino de utilizar todas las herramientas que tenemos a nuestro alcance para mejorar.
Y para eso estoy aquí. Voy a compartir contigo cómo convertir un curso presencial en online para que algo que ya haces muy bien puedas ofrecerlo a muchas más personas y puedas generar unos ingresos extra de 1.000 € al mes.
¿Suena bien? Pues ¡empezamos!
Por qué convertir un curso presencial en online y qué beneficios estás perdiendo si no lo haces aún
Vamos a ponernos en situación. Eres un profesional del marketing online y vas a dar un curso sobre un tema del que controlas mucho. El curso es presencial y lo darás en una sala en la que caben 50 personas.
Por tanto, habrá 50 personas que se beneficiarán de tus conocimientos y te conocerán.
Eso está genial, pero ¿no te gustaría llegar a más personas?
Lo bonito de ser formador es poder ayudar a cuenta más gente mejor; y eso solo puedes hacerlo si ofreces formación online. Al convertir un curso presencial en online, puedes promocionarlo y conseguir alumnos de cualquier parte del mundo.
Hasta ahora, te he hablado de cantidad, pues los cursos por internet son accesibles a cualquier persona esté donde esté, mientras que los presenciales están limitados a la capacidad de un aula o a las personas que vivan cerca de la ciudad donde se imparte.
Pero no solo se trata de cantidad, sino también de calidad.
¿Por qué?
Muy sencillo.
En lugar de conocerte 50 personas, te conocen 500. Esas 500 acaban contentas con tu curso y hablan bien de ti. Ahora, imagina lo que significa tener referencias positivas de 500 personas en lugar de solo 50.
Llegas a multiplicar tanto tu visibilidad que las posibilidades de que recibas nuevos alumnos es cada vez mayor.
Cuanta más gente te conozca, más fácil lo tienes para convertirte en referente.
Y aquí voy a ir más allá: si quieres convertirte en una autoridad en tu sector, el listón de tus cursos tiene que estar siempre muy alto. Por eso es esencial que prestes atención al feedback de tus alumnos. Y para eso, no hay nada más efectivo que pedirles que te den su opinión sincera mediante un cuestionario.
El hecho de tener más alumnos en una formación online que en una presencial, hará que esa retroalimentación tenga mayor riqueza. De esta forma, podrás ver qué hacer para mejorar tu curso e incluso te puede dar ideas para crear nuevas formaciones.
Además, si creas otro curso, ya tendrás muchas personas que te conocen del anterior; y eso son alumnos (casi) asegurados. ?
Después de todo lo que te he explicado hasta ahora, te darás cuenta del camino que tienes ganado en cuanto a promoción, visibilidad y probabilidad de conseguir muchos alumnos.
Otra ventaja de convertir un curso presencial en online que muchos olvidan es la posibilidad de vender tus formaciones no solo a través de la promoción directa por tu parte, sino también a través de otras personas, con lo que la posibilidad de alcance es aún mayor.
Esta práctica se conoce como marketing de afiliación, y se basa en que cada persona que promociona tu curso consiga una venta, recibirá una comisión.
Cómo convertir un curso presencial en online en 4 pasos
Si tienes preparado un curso presencial y quieres darlo online, quizá pienses que lo tienes muy fácil. Al menos el contenido ya lo tienes creado.
Pero no por eso está todo concluido. Por eso, ahora te voy a explicar en 4 pasos que tienes que hacer para convertir un curso presencial en online.
1. Adaptar el contenido
El contexto presencial es distinto al contexto online, por tanto el primer paso es adaptar la estructura del curso pensando en los alumnos que lo van a ver a través de la pantalla de su ordenador.
Lo que se suele hacer en los cursos online es dividirlos en varios módulos. Y cada módulo se compone de varios temas. Desde este momento, debes pensar (aunque sea por encima) qué formato tendrá el curso; esto es, si el vas a entregar el contenido en vídeos, en texto o ambas opciones.
Últimamente se ven muchos cursos en formato mixto. Por ejemplo, tienes un curso dividido en 4 módulos y cada uno de esos módulos tiene 3 lecciones. Cada una de esas lecciones tiene un título y un vídeo en el que sale el profesor explicando.
Muchas de esas lecciones no incluyen solo el vídeo, sino también plantillas para rellenar con pautas de trabajo, e incluso la transcripción del vídeo en texto. Esto se hace porque hay personas que prefieren el contenido en formato de texto, y así lo tenemos a gusto de todos. ?
Otra característica de los cursos online es la inclusión de bonus.
Por último, y no por ello menos importante, a la hora de convertir un curso presencial en online dedica tiempo a definir a tu cliente ideal con pelos y señales, para maximizar la conversión y atraer a los alumnos adecuados.
2. Diseñar el formato
La parte visual del curso es importante, así que tienes que darle forma y presentar tu curso de forma atractiva, pero sin volverte loco.
Yo siempre aconsejo de primeras crear un producto mínimo viable. Por mucho que hagas estudios de viabilidad…
Así que, prepara tu curso lo suficiente como para mostrarlo a tu público objetivo, pero no te preocupes por dejarlo todo perfecto o correrás el riesgo de caer en la parálisis por culpa del perfeccionismo.
¿Y esto cómo se hace en la práctica?
Bien, si lanzas un curso para validar, lo que lanzas realmente será una versión beta, que no la definitiva.
En esta versión beta, el contenido del curso debe estar completo para que los alumnos que lo sigan aprendan, apliquen lo aprendido y puedan darte un feedback en condiciones.
Lo que sí te aconsejo es que si grabas vídeos, no te preocupes porque el vídeo sea perfecto. Si se ve y se escucha bien, está genial para una beta.
No te aconsejo que incluyas bonus en la fase de validación. También suponen tiempo y trabajo para ti y, al no suponer el grueso del curso, puedes dejarlos para cuando saques la versión definitiva.
Una vez que tengas el contenido hay que subirlo a la web. Aquí también te aconsejo lo mismo que antes. El diseño del sitio web donde esté el curso es importante, pero para una fase de validación tampoco es necesario que sea perfecto.
Y hablando de subir a la web, este el siguiente paso que te voy a mostrar.
3. Alojar el curso en WordPress
Es muy importante que tengas una plataforma propia para alojar tu training. Para ello la mejor opción es WordPress.
WordPress es un gestor de contenidos fácil de manejar, con el que puedes hacer cualquier muchas cosas aunque no seas un programador experto.
Existen otras plataformas para alojar tus cursos, pero yo te aconsejo que lo hagas en WordPress porque así lo tienes todo en tu web y evitas las comisiones y cesión de derechos que te cargarán otras herramientas. Es lo que te saldrá mejor de precio.
Quizá ahora pienses que ponerte a montar tu propia escuela online en WordPress es muy complejo si no tienes suficientes conocimientos técnicos para ello. Si es así, no eres la excepción, ya que eso nos pasa casi a todos. 😉
Pero no te preocupes que hay solución para ti y en esta misma web la encontrarás. Se trata del servicio Academy Zen que Javier ha diseñado para que tú no tengas que preocuparte del diseño y funcionamiento de la web que alojará tu curso.
De este modo solo tienes que estar pendiente del contenido, que es en lo que eres experto y te hace disfrutar más. Y del trabajo duro… ¡que se encargue el sherpa tecnológico! 😉
Yo hace tiempo que me di cuenta de la importancia de delegar para dedicar mi tiempo a tareas realmente importantes para avanzar en mi negocio. Si sigues encargándote tú del 100% de tu negocio, déjame decirte algo:
4. Planificar la estrategia de venta y empezar a vender
Ya has logrado convertir un curso presencial en online, tienes tu contenido diseñado y subido a la web. Ya solo queda venderlo.
Pero como nada se vende solo, necesitas una estrategia de venta que llegue al mayor número de gente posible. Para ello tienes varias opciones:
- Facebook Ads: el uso de Facebook Ads es muy potente porque es la red social más generalista, “donde está todo el mundo”. Además te da muchas opciones de segmentación para llegar al público que de verdad te interesa.
- Email marketing: si eres de los que cuida su lista de suscriptores, tienes posibilidades de que algunos de tus alumnos vengan de allí. Para ello tendrás que preparar una secuencia de emails orientada a vender.
- Secuencia de webinars: un método que últimamente se utiliza bastante y da buenos resultados es preparar webinars con contenido de mucho valor. En el último de ellos será cuando presentes la propuesta de compra.
No te olvides del marketing de afiliación que hemos mencionado más arriba. Ni del networking.
Cuando te hablo de networking no solo me refiero a los eventos donde acuden muchos emprendedores online o gente que quiere iniciarse en el mundillo. Networking es todo. Comenta a tus amigos y personas cercanas que vas a sacar un curso. A lo mejor los resultados te sorprenden. 😉
¿Has creado algún curso online partiendo de uno presencial?
Convertir un curso presencial en online no es algo que se haga en 2 minutos de forma inmediata, pero tampoco es complicado, como has podido ver.
Solo tienes que pensar en cómo organizarlo para un público que lo sigue desde el otro lado de la pantalla y crear los materiales de tal forma que quede un training mínimo viable. Si este formato te funciona bien, entonces es cuando debes pensar en dejarlo todo perfecto. ¡Pero no antes!
Una vez que esté listo el contenido, súbelo a WordPress y planea una estrategia de ventas. En dicha estrategia, apuesta sobre todo por la automatización.
Ahora que te he contado mi experiencia acerca de cómo convertir un curso presencial en online, me gustaría conocer la tuya.
¿Has dado algún curso presencial y posteriormente lo has transformado en formación online? ¿Cuáles son las diferencias que más has notado entre un formato y otro?
La formación online está al alza y seguro que tu opinión puede enriquecer este artículo. ¡Te espero en los comentarios!