Recuerdo mis inicios como emprendedor cuando me lancé a la aventura: planifiqué una idea de negocio, monté una web y creí que el trabajo duro ya estaba hecho. En ningún momento me planteé hacer un análisis DAFO.
Aunque lo de «análisis DAFO» era un concepto que me sonaba, no sabía exactamente en qué consistía y creía que era algo de lo que solo se ocupan las empresas grandes.
Si volviera atrás, un análisis DAFO sería lo primero que haría. O lo segundo, como muy tarde. Habría ahorrado tiempo y evitado bandazos durante el primer año de vida de mi proyecto. También me habría posicionado antes en mi sector y habría crecido más rápido.
Así que si eres como la mayoría de los emprendedores y tú tampoco te has preocupado por hacer tu propio análisis DAFO antes de lanzar tu negocio, en este artículo vas a descubrir por qué deberías incluirlo en tus prioridades y cómo realizarlo paso a paso.
Qué es un análisis DAFO y para qué sirve
El análisis DAFO (también llamado DOFA o FODA y SWOT -en inglés-) es una herramienta para estudiar la situación competitiva de un negocio en su mercado (situación externa) y de sus características (situación interna) para detectar y definir sus Debilidades, Amenazas, Fortalezas y Oportunidades.
El objetivo es conocer la realidad de un negocio (independientemente de su tamaño o sector) para tomar decisiones efectivas en el futuro y desarrollar las estrategias de marketing más adecuadas para mejorar su posicionamiento en el mercado (es decir, adelantar a la competencia y consolidarte como referente en tu sector).
Además, un análisis DAFO es un buen comienzo cuando nos planteamos crear un nuevo negocio porque ayuda a establecer las estrategias para que sea viable y estable en el futuro.
Cómo hacer un análisis DAFO
Tal y como hemos comentado, un análisis DAFO trata de analizar la situación de un negocio en un mercado concreto tanto externa como internamente.
Por lo tanto, a la hora de hacer nuestro propio estudio, tendremos que abordar ambos planos.
Veamos cómo.
Análisis externo (Amenazas y Oportunidades)
La situación externa de un negocio se compone de 2 factores no controlables; es decir, que debes conocerlos, pero no está en tu mano cambiarlos. Conviene conocerlos para aprovechar las oportunidades que brinda el mercado exterior (y si puedes, hacerlo antes que tu competencia) y superar las amenazas.
Este análisis abarca diversas áreas, tales como el mercado, el sector, la competencia y el entorno.
Oportunidades
Las oportunidades de un análisis DAFO son las posibilidades que un negocio es puede aprovechar en su favor.
Estas son algunas preguntas que te ayudarán a identificar las oportunidades de tu negocio:
- ¿Has detectado alguna oportunidad que puedas explotar?
- ¿Has localizado alguna tendencia al alza en tu mercado?
- ¿Ha habido algún cambio tecnológico en tu mercado que permita abrir una nueva línea de negocio?
- ¿Hay algún comportamiento, necesidad o demanda en alza en tu mercado que puedas aprovechar? (Por ejemplo, cambios de estilo de vida o comportamiento social).
- ¿Puedes ampliar tu cliente ideal a un nuevo segmento con potencial?
Amenazas
Las amenazas son los eventos externos al negocio que, si tienen lugar, harían difícil conseguir los objetivos marcados.
- ¿Cuáles son los principales obstáculos a los que te enfrentas en tu negocio?
- ¿Qué están haciendo tus competidores?
- ¿Existen estándares de calidad o especificaciones en tu sector o cambios en los servicios que se ofrecen?
- ¿Los cambios tecnológicos debilitan tu negocio o lo ponen en riesgo de algún modo?
- ¿Tu negocio tiene problemas de liquidez o de ingresos de forma recurrente?
- ¿Alguna de tus debilidades amenaza seriamente la supervivencia de tu negocio?
- ¿Están entrando nuevos competidores en escena?
Análisis interno (Debilidades y Fortalezas)
Por otro lado, debemos conocer la situación real de nuestro negocio desde un punto de vista interno; es decir, identificar nuestras debilidades y fortalezas.
En su estudio se tienen en cuenta factores como la capacidad de producción, marketing, organización, personas implicadas y finanzas, entre las principales.
Fortalezas
Las fortalezas se refieren a los aspectos internos (recursos, habilidades, áreas de negocio, capacidad económica, productos…) que representan los puntos fuertes y una ventaja frente a los competidores.
Para analizar tus fortalezas, puedes plantearte preguntas como estas:
- ¿Qué ventajas tiene tu negocio respecto a la competencia?
- ¿Qué haces mejor que cualquier competidor?
- ¿Cuáles son tus características únicas y genuinas?
- ¿Qué es lo que más valoran de tu negocio tus clientes y colaboradores?
- ¿Cuál es tu propuesta de valor única?
Y piensa también en tu mercado. Por ejemplo, si todos tus competidores ofrecen una misma característica, esa característica no es una fortaleza, sino algo necesario en tu oferta.
Debilidades
En este caso, toca poner el foco en los puntos débiles. Por muy buena que sea una oferta, todo negocio tiene su propio talón de Aquiles. Identificarlo es fundamental para reducir las amenazas, potenciar las fortalezas y aprovechar mejor las oportunidades.
Para analizar tus debilidades, estas preguntas pueden ayudarte:
- ¿Qué podrías mejorar?
- ¿Qué deberías evitar?
- ¿Qué percibe tu mercado como una debilidad?
- ¿Qué factores te hacen perder ventas?
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Cómo interpretar los resultados y diseñar la estrategia de marketing perfecta para tu negocio
Una vez hecho el análisis DAFO, ¿qué hacemos con los datos?
Este es un momento importante, porque a partir de los resultados, podemos establecer las estrategias idóneas para potenciar nuestro negocio.
En concreto, existen 4 tipos de estrategias posibles:
Estrategias Ofensivas
Son las estrategias de crecimiento, fruto de la suma de las fortalezas y las oportunidades.
Su objetivo es relacionar los puntos fuertes internos y los externos para mejorar la situación global del negocio.
Por ejemplo, si eres un referente en tu oferta (fortaleza) y aumenta la demanda (oportunidad), podrías realizar promociones y estrategias de venta más directas y agresivas.
Estrategias Defensivas
Son estrategias de reacción, basadas en las fortalezas + las amenazas.
Se aprovechan los puntos fuertes internos (fortalezas) para contrarrestar las amenazas externas. Por ejemplo, si eres líder en tu nicho y baja la demanda, puede ser un buen momento para desarrollar un producto nuevo.
Estrategias Adaptativas
Debilidades + oportunidades dan como resultado estrategias de reorientación. Consiste en cambiar algún elemento de las debilidades para aprovechar mejor las oportunidades.
Por ejemplo, si ofreces un servicio en el que se valora mucho la atención posterior al servicio y esta es una de tus debilidades, sería interesante potenciarlo y crear una campaña para promocionarlo.
Estrategias de Supervivencia
El objetivo es frenar y revertir (en la medida de lo posible) las vulnerabilidades fruto de la suma de las debilidades y las amenazas.
Siguiendo con el ejemplo anterior, si pierdes clientes por algún motivo y tu competencia es capaz de retenerlos, deberías crear nuevas estrategias de fidelización.
Una vez que identificas las mejores estrategias que deberías implementar en tu negocio, como último paso solo falta establecer prioridades, decidir en qué orden las llevarás a cabo y definir las acciones concretas que sean necesarias.
Con esto, tendrás un mapa claro del terreno de juego en el que se desarrolla tu negocio, qué posición ocupas respecto a tu competencia y cómo optimizar tus resultados.
Y ahora que tienes toda la información que necesitas para hacer un análisis DAFO, cuéntame: ¿te habías planteado alguna vez hacerlo? ¿Hay algún punto que te resulte difícil? ¿Te ha resultado útil la hoja de trabajo? Te espero en los comentarios.