La técnica del impacto masivo basado en las probabilidades, cada veces es más ineficaz. Por mucho que le entres a 300 personas en un garito, no vas a conseguir ningún impacto positivo si no sabes seducir.
En el mundo comercial esto se complica mucho más, porque estamos expuestos a múltiples impactos comerciales que nos abordan desde distintos frentes, estudios demuestran que recibimos más de 3000 impactos publicitarios diarios, de los cuales sólo somos capaces de procesar 75 de ellos y de estos, sólo recordamos 3 o 4 al final del día.
Cómo atraer todas las miradas
Sin duda, el factor más importante es la diferenciación y la capacidad de ser recordados. Si tu propuesta es del montón, si no sorprendes, si te falta chispa, si no inspiras confianza, muy mal se te dará la noche.
Eso seguro que ya lo sabes (todos hemos tenido noches desafortunadas). Lo que quizás no sepas es que tienes más herramientas para plantear la diferenciación.
Conquistar, es mucho más que saber diseñar estrategias pensadas en llamar su atención, es conseguir permanecer en el recuerdo, supone también:
- Ser genuino
- Ser honesto
- Ser transparente
- Generar confianza
Si tu intención en mantener una relación a largo plazo, debes comprometerte, empatizar, involucrarte y saber conectar con su “yo humano”, no sólo con su “ yo comprador”.
Las personas necesitamos experiencias humanizantes , que reconozcan nuestra singularidad y conecten con nuestras necesidades.
Dentro de esa perspectiva humanizante, están los temores y las inseguridades.
¿Qué temen tus clientes?
En esta jungla digital con tantas identidades digitales intentando cortejarnos detrás de un monitor, lo más normal es sentir recelo y desconfianza, con lo que hay que salvar este escollo antes de hacer ninguna aproximación.
Las dudas son muchas:
- ¿Quién será realmente?
- ¿Cuáles son sus verdaderas intenciones?
- ¿Y si no sabe encajar un no?
- ¿Podré dejarle mi móvil sin que me fría a mensajes?
- ¿No va a abusar de mi confianza?
Cómo despejar dudas
La mejor manera de conseguir la certeza de quienes no nos conocen es brindarle las mejores condiciones de transparencia y poner a su disposición las máximas garantías.
Y eso se consigue, entre otras cosa, adecuando tu negocio a la LOPD (Ley Orgánica de Protección de Datos y la LSSI (Ley de la Sociedad de la Información)
Sí, sé que es posible que hayas puesto los ojos como platos al leer esta última frase, pero si todo el argumento anterior te ha encajado, estas dos regulaciones son las responsables de obtener una ventaja competitiva proyectando confianza y robusteciendo tu imagen garantizando la seguridad.
Una de las mayores necesidades del ser humano, es justamente, la seguridad.
En esta jerarquía de necesidades, podemos ver en la pirámide de Maslow que en la base se encuentran las necesidades de primer orden, que son las que primero deben satisfacerse y la seguridad está entre ellas.
Por eso, aplicar estas dos regulaciones es dar respuesta a una necesidad de primer orden.
Qué vamos a hacer con toda esa información, si la vamos a compartir con otros, si la vamos a vender, si vamos a utilizar sus datos para llenarlo de publicidad que no nos ha requerido, si vamos a utilizar su datos de pago para operaciones fraudulentas y que seguridad podemos garantizar respecto a toda esta información.
Estar adecuado a la LOPD y a la LSSI también supone asumir esos elementos que mencioné antes y que te permiten avanzar hacia la conquista de tu cliente
- Ser genuino (debes revelar tu verdadera identidad).
- Ser honesto (debes garantizar una ética de la información).
- Ser transparente (debes informar con claridad sobre tus intenciones en relación a los datos que recoges).
- Generar confianza (debes asumir protocolos de trabajo que garanticen un trato responsable de la información).
La inseguridad y los temores, son un gran obstáculo para el avance de una relación. Estos temores frenan a muchos usuarios a hacer transacciones comerciales y forman parte de los problemas que puedes encontrarte a la hora de vender tus servicios.
¿Te estás preocupando de abordar estos temores?
Visto el bajo acatamiento que tiene la LOPD en España, es difícil pensar que nos estamos preocupando de tomar medidas que refuercen la seguridad de nuestros clientes.
Desde luego no me refiero a las grandes plataformas, que sin duda tienen a la seguridad como una de sus prioridades, pienso en los pequeños negocios, en los freelance, los bloggers, las web que pretenden comercializar servicios.
La protección de datos y toda la regulación establecida en torno a ella, puede ser una de las claves para diferenciarnos y obtener una ventaja competitiva. No podemos pretender que confíen ciegamente sin brindarles elementos contundentes para hacernos merecedora de ella.
¿Estamos comprometidos con nuestros clientes?
No podemos hablar de verdadero compromiso si no nos ocupamos de fortalecer su seguridad y generarle confianza. No estamos conectando con los temores de nuestros clientes y no estamos siendo eficaces para sofocarlos.
Si queremos avanzar hacia la plena satisfacción de nuestros clientes, es imprescindible asumir los retos que plantea garantizar su seguridad, adecuar nuestros negocios a las normas que exige la LOPD y ser plenamente conscientes de la responsabilidad que asumimos cuando requerimos cualquier dato a nuestros clientes.
