Ya sabes que es fundamental cuidar el branding y el diseño de tu marca cuando vas a aterrizar en internet.
Sí, ya sé lo que estás pensando. Sé que no dispones de un Departamento de Diseño Gráfico, que tu estructura es reducida, y que casi siempre necesitas todo para ayer. Y además hay que vender.
Por este motivo hoy voy a desvelarte mi arsenal de herramientas de diseño para no diseñadores, las que yo mismo utilizo para elaborar en menos de 5 minutos materiales como las imágenes que acompañan a mis artículos.
¿Te gustaría verlo?
La historia del vendedor profesional que quería trabajar en chándal
Antes de seguir, permíteme que te cuente una historia.
Se trata de un joven que, recién terminada su carrera de Económicas y con un Máster en Ciencias Actuariales y Financieras, decidió comenzar su andadura profesional en una compañía de seguros.
Quiso empezar por las ventas, pues esto le permitiría conocer las desconexiones que podían existir entre el mercado y su oferta, conocer mejor la compañía, y ganar enteros para ir subiendo.
Esta compañía disponía de productos realmente buenos e innovadores, con lo que nuestro amigo pensó que si tan buenos eran se venderían aunque él los ofreciese en chándal. Y así lo hizo.
No vendió ni un céntimo durante la primera semana.
Decidió cambiar de estrategia. Dirigirse al mismo target, con el mismo producto, pero esta vez mejor vestido.
Fue a un sastre de los mejores de su ciudad y le encargó un traje a medida, que le costó un dineral.
En unos días el traje estaba listo, y nuestro protagonista salió de la sastrería con él enfundado dispuesto a comerse el mundo. Y lo hizo. Vaya si lo hizo.
Pero se dio cuenta de otra cosa. No podía llevar siempre el mismo traje, y además por más pólizas que firmase no era suficiente para amortizar los trajes.
Tenía que buscar una solución intermedia, es decir algo que causase buena impresión, pero que estuviese a su alcance y no se comiese los ingresos que iba generando.
Pensó que comprarse los trajes en unos grandes almacenes podría estar bien, se ajustaba a su presupuesto y le permitía ganar dinero. Y así fue.
La apariencia no es lo más importante, pero sí es la mejor llave para ganarte la confianza de tu audiencia.
Mi arsenal, a tu servicio
A menudo nos sucede como al vendedor de esta historia:
- Ofrecemos un buen producto/servicio.
- Conocemos las necesidades de nuestro cliente.
- Sabemos que es necesario dar una buena imagen.
El problema es que no disponemos de presupuesto suficiente, que tampoco somos expertos en diseño (no se puede saber de todo), que nuestra estructura es mínima (con lo que necesitamos más velocidad que las grandes compañías) y que tenemos que ocuparnos de vender.
Lo sé bien porque son los mismos problemas que yo vengo sufriendo desde que trabajo como consultor (hace ya más de 10 años).
Por eso quiero compartir contigo las herramientas que me ayudan a ser más productivo y a mejorar el diseño de mis materiales de marketing sin necesidad de ser diseñador.
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Ahora ya puedes llevar tu marca al siguiente nivel 😉