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Lean Startup, mi padre y el bizcocho de chocolate

Lean Startup, mi padre y el bizcocho de chocolate

Mi padre no tiene ni idea del método Lean Startup ni de emprendimiento ágil ni nada que se le parezca.

De hecho ha sido toda su vida funcionario, con lo que ni por asomo ha tenido relación con nada que tenga que ver con ello.

Pero este fin de semana he comprobado que la lógica es imperativa para cualquier cosa que nos propongamos en la vida, y mi padre ha sido quien me lo ha dejado claro.

Los programas de cocina hacen mucho daño a la sociedad…

Dicen que los programas de cocina, los de bricolaje y las tiendas Decathlon hacen mucho daño a la sociedad, porque parece que cualquiera puede cocinar bien, hacer un armario ropero empotrado de 3 puertas o salir a correr 12 kilómetros todos los días…

Como habrás podido deducir, es broma, pero me sirve para empezar con el tema de cómo mi padre, sin saberlo, aplicó ciertas nociones del método Lean Startup para un experimento en la cocina.

La idea

Mi padre está jubilado. Eso significa que tiene mucho tiempo libre. Y entre sus actividades, se ha aficionado a ver programas de cocina, con lo cual muchas veces hemos sido víctimas de sus experimentos…

Este finde semana ha sido la culminación de uno de ellos, y he de decir que con mucho éxito. Pero lo primero que sucedió es que mi padre tuvo una idea, inspirado por uno de esos programas.

Construir

Los fines de semana solemos comer en casa de mis padres mi mujer, mi hijo y yo. También viene mi hermano y su familia. Vamos, que nos juntamos todos.

Mi padre ha «quebrado varias startups», es decir, que muchas veces ha intentado cocinar algo de lo que ha visto, y finalmente hemos tenido que recurrir al plan B, o sea que cocine mi  madre…

Aún así mi padre es bastante persistente, así que se el ocurrió hacer un bizcocho de chocolate como el que había visto en la tele. Había tomado notas, grabado en vídeo el programa, lo había visionado unas 4 veces o así, pero no quería volverla a cagar este fin de semana, así que tiró del comodín del público… Mi madre.

Construyó un producto pequeño, un experimento, para un primer lanzamiento. Lean Startup total, ¿no?

Lo que hizo fue un bizcocho con la cuarta parte de los ingredientes, y con el asesoramiento de mi madre en el proceso, que tiene mucha más experiencia exitosa en este campo.

La premisa era poder hacer el bizcocho rápido, y si no salía bien que los costes no fuesen muy elevados, para poder aprender y volver a hacerlo aplicando lo aprendido.

El producto

Parece ser que después de 2 intentos según mi padre, y 4 según mi madre (o sea que fueron 3), quedó un buen bizcocho, con la medida justa de azúcar y un aspecto similar al del programa de la tele.

Mi padre ya estaba listo para lanzar su «producto», habiendo aplicado sin saberlo algunas de las metodologías Lean Startup.

Pero claro, lo había probado con mi madre. Tenía que validar 2 hipótesis con el producto que iba a lanzar: que nos gustaba el bizcocho de chocolate y que estábamos dispuestos a comérnoslo.

Medir

El fin de semana pasado mi madre nos llamó a mi hermano y a mí para saber si íbamos a ir a comer el domingo.

No sabíamos que íbamos a ser conejillos de indias de la aplicación del método Lean Startup para el proyecto culinario de mi padre. De hecho mi padre tampoco lo sabía. Pero siempre ha aplicado bien la lógica, y esta vez no fue menos.

Mi madre nos contó que mi padre iba a hacer un bizcocho que ella había probado  y que nos iba a encantar como acompañamiento al postre o al café de después de comer. He sabido que a mi hermano le invadió la misma sensación que a mí, esa de saber que algo iba a fallar y el cachondeo que viene después. No nos lo íbamos a perder.

Cuando fuimos a casa de mis padres nos esperaba para los postres un bizcocho con una pinta estupenda. Y la verdad es que no estaba mal.

Cuando llegó el momento empezamos a comerlo, y mi padre empezó a preguntar si estaba bien de dulce, si tenía buen aspecto, si estaba muy seco, demasiado apelmazado…

Piensa que éramos su público objetivo, y quería afinar su producto, así que empezó a medir lo que estaba pasando.

Datos/Feedback

El bizcocho era demasiado bajito, poco esponjoso, para nuestro gusto estaba demasiado azucarado, y tenía muy buen aspecto.

Todos estos datos, sin saberlo nosotros, estaban siendo recopilados por mi padre, que luego los anotó en su libreta de recetas, corrigiendo las cantidades de ingredientes, adaptándolos a su mercado.

Según dice mi madre, le consultó cómo debía hacer para que el bizcocho saliese más esponjoso. Y tomó nota de ello.

Aprender

Con todo este proceso, mi padre estaba listo para mejorar su producto, adaptarlo a su mercado, y lanzarlo de nuevo con varias hipótesis validadas y con una mejora aprendida en el proceso de producción.

Llegó este domingo: lanzamiento oficial

Ayer mi padre nos hizo un bizcocho espectacular. De hecho, aquí tienes una foto:

Bizcocho

Se atrevió a innovar, haciendo un bizcocho de 2 colores, cuyos sabor, textura y esponjosidad he de confesar que rozaban la perfección.

Espero que todos los fines de semana tengamos de postre un buen bizcocho de chocolate, y que esta anécdota te ayude a comprender un poco cómo funcionan las metodologías de emprendimiento ágil y en especial el método Lean Startup.

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