Cuando abordas un proceso de transformación profesional, tu primera reacción es tratar de demoler tu pasado como remedio contra la crisis. Empiezas de cero, nada de lo anterior sirve. Eso me paso a mí: la crisis pareció invalidarlo todo, y la insatisfacción y negatividad hicieron el resto.
La salvación viene de lo que no eres. Tres años de travesía me llevan al punto de partida: la comunicación es mi mayor aval. La comunicación, tan decisiva y tan desdeñada. Sí, toma nota: #ComunicayVenderás.
El periodismo como punto de partida de mi reinvención
Si eres periodista, podrás entenderme (y también lo harás si tu profesión es otra, pero compartes ese punto idealista). El periodismo no es un trabajo; es una vocación. Casi diría que una adicción. No es dinero, es ilusión; una forma de vida enganchada a la actualidad. Trabajar en el periodismo es un sueño hecho realidad o una pesadilla disfrazada de alucinógenos.
Porque para muchos como yo, el periodismo ha sido una experiencia de supervivencia en la marea de la precariedad de uno de los sectores con más paro. Una batalla por hacerse un hueco, una carrera por llegar el primero, una incursión para desnudar el alma de la realidad.
14 años de trinchera que se acabaron con la crisis. Y aun así, el periodo en que me sentí más lleno y realizado.
Para ser honestos, fue el periodismo el que me dejó a mí. Y puedes pensar que la vida es injusta, que no te lo mereces. Y tendrás razón, pero eso es lo de menos; la vida continúa y no espera a los que se detienen.
Cuando emprendes, reconforta descubrir que no estás solo y que en la nube se abre una puerta llena de esperanza.
De un trago amargo, un despido, puede salir un proyecto personal plenamente satisfactorio. Y si no que se lo pregunten a Franck Scipion, referente en la blogosfera hispana y mentor de multitud de pequeños negocios.
Y no hace falta compararse con los grandes; también hay blogueros, gente vocacional, entusiastas, que luchan cada día en su proyecto. En Hormigas en la Nube, sin ir más lejos, tienes un ejemplo revelador de un grupo de emprendedores.
Mi reconversión se inició hace 3 años preparándome como community manager. Buscaba mi definición en esta profesión digital donde todos nos transformamos. Seguí formándome con un enfoque de profesional multiusos y multiespecialista. Llegaron las certificaciones, primero en Google Analytics y después en Adwords.
Después de este periodo de exploración. he vuelto a mirar en mi interior para descubrir que ahí ha estado siempre mi camino. Sí, la comunicación.
Porque los medios tradicionales o los digitales son simple canales, meras herramientas de transmisión del mensaje. Y la comunicación es la esencia.
La importancia de la comunicación… y la poca importancia que se le da
Me sorprende y casi me fascina el poco valor que dan las empresas a la comunicación y el carácter milagroso que de repente esta adquiere cuando la actividad va mal. El nos ha fallado la comunicación se oye tantas veces que es ya un mantra. Una gran mentira repetida mil veces para tapar una mala gestión.
La comunicación no son palabras bonitas, ni un millón de posts en el blog o en las redes sociales. Es tener una estrategia, un objetivo, una identidad. Es algo tan viejo como la fórmula «emisor, receptor y mensaje». Tener un buen producto, transmitirlo de forma efectiva y llegar al público apropiado.
Internet es el paraíso para mi perfil, ¡la mayor máquina de comunicación jamás inventada de la historia! Y paradójicamente, ¡qué mal se comunica!
Percibo un enfoque técnico exagerado, una sobredosis de informática, SEO y diseño. Por supuesto que son fundamentales, pero falta demasiadas veces el factor humano, el hablar de persona a persona.
Y aquí llego yo.
El nacimiento de DAK (y lo que implica)
Quiero ayudar a los autónomos y a los emprendedores a comunicar más y a comunicar mejor. Si lo hacen, seducirán a los clientes, venderán y serán más rentables.
Así nace DAK, Diego Artola Komunik, una marca híbrido entre la imagen personal y la profesional con la especialización en primera línea.
Si tienes dudas porque ves muchas «kas» te diré que Komunik no es euskera, es un palabro que me he inventado; un recurso para expresar que comuniques, por tierra, mar y aire, hasta en chino, pero que comuniques por amor de dios, o porque simplemente quieres levantar la persiana durante mucho tiempo.
Espero dejártelo claro en la propuesta de mi web: ¿Quieres vender?, comunica más, comunica mejor, Komunika diferente.
Y para empezar mi nueva trayectoria, me apoyo en la comunicación, la trilogía de web, blog y email. Estreno mi primera web, me pongo en el mapa digital. Es más que una tarjeta en la red, es mi marca profesional, mi propuesta donde pongo en valor mis virtudes y mis capacidades para ayudar a las empresas.
Seguro que me equivocaré porque en la nube todos somos nuevos, pero me gusta el espíritu anglosajón del just do it, del learning by doing, aprendiendo haciendo, que trasladado a la gestión es el método Lean Startup.
Te lo resumo en el equivócate mucho, equivócate rápido, equivócate barato, en el que primero lanzas rápido tu negocio para anticiparte a tus competidores y después lo ajustas pronto para no quedarte fuera del mercado.
Y no lo dudes, una buena comunicación online conecta directamente con la planificación y la gestión.
El blog, mi ventana al mundo
Es el epicentro de mi estrategia de captación de clientes. Genero contenidos de interés para construir mi autoridad. El mensaje es «soy útil y así te puedo ayudar». Atraigo y después convenzo a los visitantes que se unan a mi comunidad de suscriptores. El empujón llega con el lead magnet, una guía descargable gratuita.
El email, el contacto personal
Este es el canal ideal para una comunicación individual y personalizada.
Te diriges a cada seguidor en un recorrido persuasivo que desemboque en la venta.
El objetivo
Quiero ayudar a los profesionales en la creación de una potente definición de negocio como modelo de marca para multiplicar su atractivo. A partir de esta definición, se establece una campaña de comunicación generalizada y constante incluyendo la presencia en redes sociales, publicidad digital o medios de comunicación tradicionales.
Por supuesto, la redacción y planificación de las webs es uno de mis servicios primordiales.
Esto es lo que hago, pero te contaré cuáles son mis planes y retos más inmediatos:
1. Educar a mis clientes potenciales
Reivindicar el valor de la comunicación como piedra angular del negocio. Quiero abrir los ojos de los emprendedores sobre sus necesidades de comunicación porque las malas decisiones limitan la capacidad de maniobra.
2. Consolidar mi blog
Estoy en fase de lanzamiento y tengo que ser realista. Mi impacto todavía es pequeño en visitas y seguidores, pero tiene que crecer para alcanzar una masa crítica suficiente para generar ventas.
Me propongo emprender una campaña de guest blogging en sitios de referencia. Javier me ha dado la oportunidad de iniciar este camino y mi intención es seguir explotando esta vía con otros bloggers punteros. También realizaré campañas publicitarias en Facebook y Twitter. ¡Más madera para la locomotora!
3. Realizar acciones presenciales
Sí, todavía el cara a cara tiene una importancia vital, y más si estás empezando.
Mi objetivo es participar en charlas y si se puede en algún curso. El propósito es proyectarme en actividades con mi público objetivo: ir a pescar clientes en el caladero apropiado.
4. Crear un curso online para rentabilizar la web
Reivindicar el poder del copywriting, la persuasión como llave para la venta. Una posibilidad es enriquecer el temario con contenido de email marketing. Este punto lo planifico a medio plazo cuando las demás piezas de mi estructura empresarial ganen fuerza.
Creo que ha quedado claro, la comunicación es mi pasión y quiero que también sea mi medio de vida. Estoy determinado a salir adelante con mi proyecto personal antes que recordar tiempos pasados que no volverán. Ahora quiero aplicarme las recetas que predico para dotar de visibilidad a mi negocio.
¿Te he contado ya el secreto de la venta?: #ComunicayVenderás
Ahora espero que salgas ahí, te plantees lo que deseas en la vida y tomes las riendas. Y tu historia ¿cuál es? Estoy deseando conocerla, así que ¡compártela en los comentarios!