A nadie le gusta jugar a nada sabiendo que va a ganar o que va a perder. Lo divertido es el juego en sí.
Mi tenista favorito es Rafa Nadal, y además me parece una gran persona. Pero también tengo una enorme admiración por Novak Djokovic. Si le observas en cualquiera de sus partidos, podrás darte cuenta que juega muy concentrado, y también notarás que se divierte jugando.
Es capaz de hacer bromas en momentos de máxima tensión en el partido. Parece que le dé igual ganar o perder, que lo único que le importa es jugar.
Hace unos días he descubierto este vídeo de un entrenamiento de Djokovic. El tío se lo pasa bomba, ¿no crees? Deberíamos hacer lo mismo en nuestro trabajo…